Rincón prestado

Insatisfecho con el boogaloo que estaba de moda en aquel entonces, Johnny Pacheco decide que para popularizar el ritmo que él gustaba -de fuerte influencia cubana-debía crear su propia disquera. Se asocia con el italiano y abogado Jerry Masucci para conseguir capital. Masucci tiene la visión legal y empresarial de apostar por la música innovativa de Pacheco. Juntos crean la disquera Fania que reune, convoca, descubre y lanza músicos asociados a lo que se llamaba música latina. La reunión de dichos músicos de diferentes nacionalidades, ritmos y pericias lleva a realizar los conciertos Fania all Stars cuya música se difunde por todo el mundo bajo el nombre de salsa. Pacheco y Masucci no son los que crean el término salsa pero lo popularizan. En el video, Descarga Fania de las Estrellas de la Fania donde se lucen Bobby Valentin en el bajo, Velató en los timbales y Barreto en las congas. La clave sa-sa-sa ya se escuchaba con las palmas. Como diría Cheo Feliciano: Se soltaron los caballos.



Los conciertos de Las Estrellas de la Fania realmente reunía estrellas: el malo Willie Colón, Johnny Pacheco, Cheo Feliciano, Ray Barreto, Harlow el judío maravilloso, el rey de la puntualidad Héctor LaVoe, el niño bonito Ismael Miranda, Santos Colón, Pete el conde Rodríguez, entre otros. La idea pudo funcionar como no por la cantidad de egos en el escenario. El tabladillo era un hacinamiento: seis cantantes compartiendo un par de micros; Colón se turnaba en el trombón con Roberto Rodriguez, Barry Rodger, Larry Spencer... Quitate tú, pa ponerme yo de Johnny Pacheco. Barreto se descarga y Toro se luce.



El experimento de juntar a las Estrellas de la Fania funcionó y a Masucci se le ocurrió filmar la presentacion del grupo en el club Cheetah que terminó convirtiéndose en una película Our Latin Thing que fue un éxito de taquilla y catapultó la fama de Las Estrellas de la Fania. Similar fenómeno a lo que pasó con Buena Vista Social Club décadas después.



Por los años que Pacheco crea su disquera, Willie Colón estaba ganando también popularidad con el boogaloo. En 1967, a los 16 años Colón firmaba su primer contrato para hacer un disco y la oportunidad se la daba la Fania de Pacheco y Masucci. Colón rara vez cantaba, era un experto en el trombón y no hablaba castellano, así que le sugirieron o presionaron hacerlo con un puertorriqueño recién llegado: Héctor Pérez. Colón tenía la música y la experiencia de barrio mientras que Pérez tenía la voz fuerte que sincronizaba con las letras barruntas: que hay una promesa de cambio, que la mala suerte no es eterna, que pronto llegará el día de la suerte, que todo lo malo tiene su final. Colón además agregó a las canciones, un peso especial a los trombones; un sello que sería característico de la salsa. Los discos que produjeron explotaban la imagen del gangster, el asesino, la mafia, los intocables. Colón ya era llamado El Malote y ambos Los Chicos Malos. Pero además, sugirieron a Héctor cambiar de apellido por el de LaVoe (la voz en francés). La imagen de frente y perfil de Colón con el título Wanted by FBI estaba por todas las calles y postes de Nueva York. Del álbum "Lo Mato (si no compra este disco)", 1973: Todo tiene su Final. Los trombones de Colón son evidentes.



Lavoe venía del campo de Puerto Rico, era un jibarito y Colón cada vez se alejaba del boogaloo interesándose por los ritmos del Caribe. En Asalto Navideño, Colón explora estos ritmos y decide agregar un instrumento típico puertorriqueño: el cuatro. La Murga(1971) se convirtió un clásico de Asalto Navideño donde destacan con fuerza los trombones de Colón pero también el cuatro de Yomo Toro. El video corresponde a Aires de Navidad, otro éxito del mismo disco con los trombones de Colón y el cuatro de Toro. Guapea Willie Colón.



Rubén Blades tuvo que terminar Derecho en su natal Panamá para poder dedicarse a la salsa. Se mudó a Nueva York y pidió una oportunidad a La Fania que fue negada por ser un total desconocido. Le ofrecieron ser mensajero y Blades acepta la oferta, sabía que la Fania era la ruta. Poco a poco se hizo conocer entre los músicos y empezó a participar como coro de las estrellas de la Fania. En este video cantando para la orquesta de Ray Barreto. A su lado y de voz más notoria, Tito Gómez quien luego se uniría y sería un suceso con el grupo Niche de Colombia.



En la Fania, Willie Colón y Rubén Blades se conocen. El intelectual abogado preocupado por los que sucedía en Latino América y el malo del barrio que conocía el sentir de la gente. Blades le da a la salsa una nueva lírica. La salsa no era sólo para bailar sino para protestar y solidarizarse. Lo que llaman salsa intelectual o social. Colón pone la música, la producción y hace factible que estas largas salsas de letras complicadas puedan popularizarse. El pico llega con Siembra, el disco más vendido en la historia de la salsa y donde se da a conocer Pedro Navaja, Plástico, Buscando Guayaba entre otros. Latinoamérica estaba convulsionada y Siembra era una manera de expresarse. La relación Blades-Colón duró hasta iniciados de los 80. Aunque hicieron historia en la música salsa, la unión de un barrunto con un académico también fue una imposibilidad para seguir produciendo discos. Actualmente andan distanciados y en juicio. Plástico (1978), un llamado musical al sueño bolivariano.



Mientras Blades y Colón triunfaban, Lavoe se hundía víctima del consumo de heroína. Colón ya se había separado años antes de Lavoe porque no podía tolerar su adicción, aunque igual seguía apoyándolo en sus producciones. Blades también le lanza un último salvavida: Compone para Lavoe El Cantante
(1978), canción que no pudo caer mejor a otro que a Lavoe. La historia de un cantante que sufre pero debe alegrar a su gente fue un éxito y un relanzamiento de la carrera de Lavoe.



Sin embargo, la historia de Lavoe iría dando tumbos como una maldición terrible luego de ser la estrella más sonada de la Fania. Primero su casa se incendió; en un mismo año, el padre fallece, la suegra es asesinada y el hijo muere de un balazo disparado accidentalmente. Lavoe era casi un muerto en vida, andaba deprimido y pronto su salud se iría consumiendo por una epidemia nueva que empezaba a crecer vertiginosamente: el sida. La Fania también empezaba a llegar a su fin: agotamiento de Masucci y desconfianzas de las estrellas con la disquera. La unión de Blades y Colón se agotaba. Eran los ochenta y una nueva versión de salsa empezaba a posicionarse, además del merengue de República Dominicana.

En ese contexto, la salsa empezó a cambiar. Ya no había trombones fuertes que contrapunteban con la voz del cantante; ya no habían más líricas políticas, barriales o campestres. El amor y sobretodo el sexo y el machismo se habían puesto de moda. Se acabó la creatividad, era más sencillo tomar una balada y musicalizarla en salsa. Los ochenta significó el fin de la salsa llamada dura y el inicio de la llamada salsa romántica. Roberto Blades, quien quería seguir los pasos del hermano Rubén, se había mudado a Nueva York. Forma la orquesta La Inmensidad y producen Lágrimas. Lágrimas ha sido catalogada junto a Llorarás de Oscar D'León como las mejores salsas de la década de los ochenta. Salsas que podrían ser el puente entre lo que fue la salsa dura y lo que sería la salsa romántica.



Buscar quién acuñó el termino salsa es infrutuoso. Dicen que ya en la década del 30 se había hecho mención al término. Hay mayor consenso en afirmar que la salsa es música cubana adaptada en Nueva York. También hay quienes afirman que la salsa no es un género musical, que fue un concepto o etiqueta para llamar a todos los diferentes ritmos cubanos que se tocaban en aquella época. Una visión comercial para Pacheco y Masucci: ¿Cómo explicar a un europeo o peruano qué es un guaracha, un cha cha cha o un son? Era mejor llamar a todo salsa. Pero bajo esta mirada, salsa no es sólo lo que se hizo en Nueva York bajo la disquera Fania. Salsa también es lo que desde muy temprano en los 60 hicieron La Sonora Ponceña y El Gran Combo en Puerto Rico o Fruko y Los Tesos desde Colombia. Las Estrellas de la Fania se siguen presentando de tanto en tanto. Lavoe falleció; Blades explora otros ritmos; y Colón ahora cantando sigue con sus salsas a veces corrosivas a veces light. Del último álbum del Malote, El Malo 2, Cuando me Muera.



PD
Para saber a qué suena un boogaloo.