Ayudan a las relaciones pero también te meten en problemas. Son los condicionantes para las relaciones de los nuevos tiempos; el control de los jefes y jerarcas; el canal para los celos del nuevo siglo. La hiperconectividad a través del internet, los celulares y las múltiples aplicaciones parecen moldear las relaciones humanas, principalmente las relaciones de pareja. Exige la comunicación instantánea. Ya no hay excusas en el trabajo y en el amor para no responder a un llamado. Si permites que la dinámica reine la relación, el caldo de cultivo está servido...
Yo se que te voy amar, por toda mi vida te voy amar, ... desesperadamente... y de tal manera que cuando venga y me busque la muerte -angustia de todo ser que vive- o la soledad -el fin del que ama, yo les pueda decir del amor -que tuve- que no fue inmortal puesto que fue llama pero si infinito mientras duraba...
En 1970, Vinicius inspirado y más bohemio decide grabar un disco sobre las presentaciones que realizaba en el bar-concert "La Fusa" de Río de la Plata donde había invitado a Toquiño y María Creuza. Tímido pero a la vez meticuloso, Vinicius sugiere grabar en estudio un conjunto de canciones pero añadiendo grabaciones en vivo del público asistente a La Fusa. El resultado incluye uno de las canciones de amor más bellas de la bossa: "Eu sei que vou te amar" en la voz de Creuza y con Vinicius recitando el soneto Fidelidade. ¿Existe el amor eterno? Si, aquel que es infinito mientras dura...
En 1970, Vinicius inspirado y más bohemio decide grabar un disco sobre las presentaciones que realizaba en el bar-concert "La Fusa" de Río de la Plata donde había invitado a Toquiño y María Creuza. Tímido pero a la vez meticuloso, Vinicius sugiere grabar en estudio un conjunto de canciones pero añadiendo grabaciones en vivo del público asistente a La Fusa. El resultado incluye uno de las canciones de amor más bellas de la bossa: "Eu sei que vou te amar" en la voz de Creuza y con Vinicius recitando el soneto Fidelidade. ¿Existe el amor eterno? Si, aquel que es infinito mientras dura...
A veces, ni modo, no llegamos a tiempo; no nos tocó; sencillamente no es posible -por ahora- desatar ese sentimiento. Porque a veces en el amor no sólo basta la física y la química, sino aquella extraña e impredecible coincidencia de coordenadas en el tiempo y el espacio. Estar en esa reunión, llegar más temprano o más tarde, haber realizado ese viaje, habérselo dicho unos días antes... Para aquellos que aman, para aquellos que sabiendo ser amado y que, sin embargo, por ahora, por algún tiempo, por mucho tiempo, quizás para siempre sea un imposible... feliz san valentin. For now, it is enough... enough now...
estaré con alguna de estas chicas.
Pero ahora deja decirte,
sin esperanzas y planes;
sólo porque es navidad
(y en navidad dices la verdad),
eres perfecta para mi...
y mi corazón desgastado te amará
hasta que luzcas como esto...
Cuando estudiante de psicología, un profesor nos preguntaba para quién elaborarían un comercial de cereales. ¿Para el niño que lo consume o para la madre que lo compra? Los comerciales buscan en pocos segundos posicionar una marca y ello requiere creatividad. Decir tanto en tan pocos segundos apelando al humor, las emociones o la razón ha generado un buen número de cortas genialidades. Aunque algunos comentan de qué sirve un comercial que gane premios si no se recuerda la marca (cosa que me ocurre con frecuencia), un “buen” comercial puede convertirse en toda una pieza de arte. En este post, una segunda lista de buenos comerciales que he encontrado. Bienvenida la creatividad.
La recopilación la hice para el 14 de febrero como una respuesta visceral al excesivo comercio realizado alrededor de la fecha de San Valentín. Los globos formando corazones rojos, los osos de peluches vestidos de azúl militar y la niña de las rosas insistente por vender una flor delante de tu afane. Finalmente, descarté el asunto por respeto al matrimonio y el amor eterno, aquel que mis padres hacen honor incluso cada vez que se entrampan en discusiones y necedades de la vida diaria. Puro amor de papagayos. Para ellos, la televisión entretenida se llenaba de sit-com rosas y melcochas; aquellas donde los problemas se solucionaban con un mensaje de cuatro líneas y un abrazo colectivo. Blanco y Negro, La Pequeña Maravilla, Billy Cosby: Que lindo tener una familia. Pero y de repente, el auge de la convivencia, la escalada del divorcio, el fin de los príncipes azules. Efecto colateral del feminismo, el capitalismo y el individualismo. Crecí viendo a Peg, aquella ama de casa que no quería cocinar o limpiar. Me hice adulto viendo a Al Bundy, aquel sufrido vendedor de zapatos que no se cansaba de aconsejar a los niños que no se casen sufriendo cada vez que su esposa le pedía intimar. Matrimonio con Hijos, la serie que por once temporadas (87-97) se encargó de hacernos reír con humor ácido, cirroso, corrosivo que espero no ofenda susceptibilidades... feliz día de san valentín
• Las navidades no están para lamentarse, para eso están los aniversarios de matrimonio.
• El amor no es sólo ciego, … es estúpido.
• Peg, amo el fútbol, amo la cerveza,… no abaratemos el significado de la palabra diciendo que te amo.
• Por favor, Peg, si tienes algún sentimiento por mí, no me pidas que hagamos el amor.
• ¡Peg, nada de sexo! Llevamos 17 años de casados, ¿No podemos ser sólo amigos?
• Peg, si quieres tener sexo, los chicos deben irse; y si quieres que el sexo sea bueno, tú debes irte.
• Peg, no quiero tener sexo contigo, ¡eres mi esposa, por dios santo!
• Viví, amé… luego me casé.
• Todos tenemos nuestras decepciones, yo tengo que dormir con la mía.
• Soy el único en el mundo que despierta para tener una pesadilla.
• Peg, tengo celos de todos los hombres que no se han casado contigo.
• Los matrimonios son como los seguros: pagas, pagas y nunca obtienes nada a cambio.
• Las mujeres perfectas tienen tres pechos; uno en la espalda para el baile.
• No hemos tenido niños en diez años, algo debo estar haciéndolo bien.
• Peg, te amo… sólo bromeaba.
• Las navidades no están para lamentarse, para eso están los aniversarios de matrimonio.
• El amor no es sólo ciego, … es estúpido.
• Peg, amo el fútbol, amo la cerveza,… no abaratemos el significado de la palabra diciendo que te amo.
• Por favor, Peg, si tienes algún sentimiento por mí, no me pidas que hagamos el amor.
• ¡Peg, nada de sexo! Llevamos 17 años de casados, ¿No podemos ser sólo amigos?
• Peg, si quieres tener sexo, los chicos deben irse; y si quieres que el sexo sea bueno, tú debes irte.
• Peg, no quiero tener sexo contigo, ¡eres mi esposa, por dios santo!
• Viví, amé… luego me casé.
• Todos tenemos nuestras decepciones, yo tengo que dormir con la mía.
• Soy el único en el mundo que despierta para tener una pesadilla.
• Peg, tengo celos de todos los hombres que no se han casado contigo.
• Los matrimonios son como los seguros: pagas, pagas y nunca obtienes nada a cambio.
• Las mujeres perfectas tienen tres pechos; uno en la espalda para el baile.
• No hemos tenido niños en diez años, algo debo estar haciéndolo bien.
• Peg, te amo… sólo bromeaba.
Un absurdo sentido de fanatismo lleva a primitivizar un espéctaculo. La honra absurdamente detrás de una bandera o camiseta. Muchas veces alentado por preguntas de periodistas, jugadores y directivos estimulan un caldo de cultivo para la violencia sobretodo cuando existe un clásico. Sin embargo, ante la muerte, la hombría y la honra desaparecen: Reacciones de Pilatos, reacciones de ratas. Para quienes el fútbol es indiferente, piden que se suspenda todo: estadios, campeonatos, clubes, todo. Para quienes el fútbol es parte de la vida, las medidas deberían ser tan sólo policiales. Del fútbol viven desde un vendedor de golosinas hasta un directivo de fútbol pero quizás es momento de sentir que la responsabilidad nos toca a todos y toca nuestros bolsillos. En Uruguay, ante un evento similar se produjo un movimiento inusual del cual se debe aprender: Ninguna camiseta vale más que una vida
Dejé mi barrio y me despediste con una sonrisa de aliento que no temí volver la mirada atrás; navegué los mares, caminé los desiertos, dormí bajo estrellas; la busqué en los continentes más ajenos; imaginé encontrarla bajo la sombra de un baobab, en las arenas tibias de las Maldivas o bajo copos helados en Buda o Pest; pensé que su piel podía ser blanca sólida como salineras de cordillera o verde frágil como victoria amazónica. Creí verte de espalda contemplando un monasterio, una iglesia o una hermita... pero no te encontré. Abatido emprendí mi regreso; llegando a mi origen, al punto de partida te encontré con la misma sonrisa con que me despediste; entendí entonces que el amor está tan cerca que a veces cuesta verlo...
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