Cuando estudiante de psicología, un profesor nos preguntaba para quién elaborarían un comercial de cereales. ¿Para el niño que lo consume o para la madre que lo compra? Los comerciales buscan en pocos segundos posicionar una marca y ello requiere creatividad. Decir tanto en tan pocos segundos apelando al humor, las emociones o la razón ha generado un buen número de cortas genialidades. Aunque algunos comentan de qué sirve un comercial que gane premios si no se recuerda la marca (cosa que me ocurre con frecuencia), un “buen” comercial puede convertirse en toda una pieza de arte. En este post, una segunda lista de buenos comerciales que he encontrado. Bienvenida la creatividad.
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