En 1970, Vinicius inspirado y más bohemio decide grabar un disco sobre las presentaciones que realizaba en el bar-concert "La Fusa" de Río de la Plata donde había invitado a Toquiño y María Creuza. Tímido pero a la vez meticuloso, Vinicius sugiere grabar en estudio un conjunto de canciones pero añadiendo grabaciones en vivo del público asistente a La Fusa. El resultado incluye uno de las canciones de amor más bellas de la bossa: "Eu sei que vou te amar" en la voz de Creuza y con Vinicius recitando el soneto Fidelidade. ¿Existe el amor eterno? Si, aquel que es infinito mientras dura...
estaré con alguna de estas chicas.
Pero ahora deja decirte,
sin esperanzas y planes;
sólo porque es navidad
(y en navidad dices la verdad),
eres perfecta para mi...
y mi corazón desgastado te amará
hasta que luzcas como esto...
• Las navidades no están para lamentarse, para eso están los aniversarios de matrimonio.
• El amor no es sólo ciego, … es estúpido.
• Peg, amo el fútbol, amo la cerveza,… no abaratemos el significado de la palabra diciendo que te amo.
• Por favor, Peg, si tienes algún sentimiento por mí, no me pidas que hagamos el amor.
• ¡Peg, nada de sexo! Llevamos 17 años de casados, ¿No podemos ser sólo amigos?
• Peg, si quieres tener sexo, los chicos deben irse; y si quieres que el sexo sea bueno, tú debes irte.
• Peg, no quiero tener sexo contigo, ¡eres mi esposa, por dios santo!
• Viví, amé… luego me casé.
• Todos tenemos nuestras decepciones, yo tengo que dormir con la mía.
• Soy el único en el mundo que despierta para tener una pesadilla.
• Peg, tengo celos de todos los hombres que no se han casado contigo.
• Los matrimonios son como los seguros: pagas, pagas y nunca obtienes nada a cambio.
• Las mujeres perfectas tienen tres pechos; uno en la espalda para el baile.
• No hemos tenido niños en diez años, algo debo estar haciéndolo bien.
• Peg, te amo… sólo bromeaba.
Un absurdo sentido de fanatismo lleva a primitivizar un espéctaculo. La honra absurdamente detrás de una bandera o camiseta. Muchas veces alentado por preguntas de periodistas, jugadores y directivos estimulan un caldo de cultivo para la violencia sobretodo cuando existe un clásico. Sin embargo, ante la muerte, la hombría y la honra desaparecen: Reacciones de Pilatos, reacciones de ratas. Para quienes el fútbol es indiferente, piden que se suspenda todo: estadios, campeonatos, clubes, todo. Para quienes el fútbol es parte de la vida, las medidas deberían ser tan sólo policiales. Del fútbol viven desde un vendedor de golosinas hasta un directivo de fútbol pero quizás es momento de sentir que la responsabilidad nos toca a todos y toca nuestros bolsillos. En Uruguay, ante un evento similar se produjo un movimiento inusual del cual se debe aprender: Ninguna camiseta vale más que una vida